Rafael Arocena Arbide
nació en el caserío de Otxanduri en la anteiglesia de Arankudiaga (Bizkaia) el
24 de octubre de 1847, siendo el tercero de los hijos del matrimonio formado
por Santiago y Victoriana. En 1867 emigró a México estableciéndose en un principio
en México DF ya que en esta ciudad vivían sus parientes los Muñuzuri Muga,
propietarios de fincas urbanas y un importante almacén en el Zócalo y además eran cuñados
de su hermano mayor Francisco, casado en 1867 con Evarista Muñozuri. Ese mismo
año Antero Muñozuri se instala en la Comarca Lagunera y con él Rafael como
administrador de una de sus haciendas. Poco a poco se fue haciendo con
fracciones de antiguas haciendas accediendo al mercado algodonero. Fruto de su
relación con Ambrosia Ávila Torres en 1878 nació su hija María Zenaida y en
1880 su hijo Adolfo que fallecería doce años más tarde. Durante los años
ochenta empezó a destacar en la industria del algodón al alquilarle Santiago
Lavín el rancho San Antonio en donde plantó por primera vez semilla de origen
estadounidense, provocando un cambio drástico tanto en productividad como en
rentabilidad, lo que le reportó enormes beneficios con los que adquirió
acciones en la industria azucarera, apoyó industrias relacionadas con los
derivados del algodón e invirtió en instrumentos bursátiles y bienes raíces.
En 1892 creó una sociedad
con Leandro Urrutia para la explotación de la enorme Hacienda Santa Teresa y
sus anexos que duraría hasta 1897, año en que se convirtieron en sus
propietarios. Su influencia en el mercado del algodón fue de tal dimensión que
podía modificar el precio de la fibra de algodón cotizado en la Bolsa de Nueva
York, según sus maniobras desde su Hacienda.
En 1902 su única hija
María Zenaída contrajo matrimonio con su primo Francisco de Paula Arocena
Muñozuri, hijo de su tío Francisco, siendo padres de dos niñas Elvira (1904) y
Rafaela (1908). La desgracia llegó a casa de los Arocena con la muerte de Zenaída
a los 31 años. Su su viudo permaneció en México al mando de los negocios
familiares mientras que sus hijas fueron tuteladas por su tío Teodoro Arocena
Muñozuri en la casa solariega de Arrankudiaga.
En 1910, año en el que
estalló la revolución mejicana, la hacienda Santa Teresa llegó a cosechar la
cuarta parte del algodón regional. Los intereses e inversiones en distintos
lugares implicará estancias de la familia Arocena y su entorno familiar en
diferentes domicilios: Nueva York, Bilbao, La Habana, la Ciudad de México o
Torreón.
El miedo a ser víctima de
los revolucionarios, tras malas experiencias con ellos, obligó a Rafael Arocena
a refugiarse en los Estados Unidos. Tuvo que abandonar sus propiedades,
quedando sus bienes confiscados por Francisco Villa. Posteriormente fueron
recuperados y manejados por su sobrino y yerno Francisco Arocena que falleció en
1918. Al año siguiente el 13 de junio de 1919 falleció D. Rafael en el hotel
Plaza de Nueva York, quedando como herederas Elvira y Rafaela Arocena aún
menores de edad, después de algún lio legal con la joven cubana Consuelo
Carreras que decía ser su esposa sin poder demostrarlo. Durante los años 20 las
propiedades de las niñas Arocena quedaron en manos de administradores, que mal
que bien rindieron sus informes y ganancias. Elvira Arocena contrajo matrimonio
con Francisco Belausteguigoitia, licenciado en medicina y gran aficionado al
futbol (formó parte Athletic de Bilbao así como del Olympique de Marsella) y
fueron padres de ocho hijos: Maite, Iker, Ibone, Osane, Eneko, Amaya, Bibiñe (la
primera mujer vasca en participar en unos Juegos Olímpicos (Londres, 1948)) y
Agurtze. En 1927 Francisco Belausteguigoitia compró la sociedad Larrinaga y
Compañía y fundó Izar S.A. Tres años después adquirió la “Fábrica de Harinas de
Vitórica”.
En 1933 el gobierno de México
promulgó una ley que obligaba a los hacendados a residir en el país y les
advertía que su incumplimiento conllevaba el riesgo de perder sus fincas además
de la mala administración llevada en los ranchos de Santa Teresa, Lequeitio y
la Coruña empujó al matrimonio a establecerse en la Comarca Lagunera para poder
mantener las propiedades familiares. Desde 1925 se hace cargo de los negocios
familiares su cuñado Ramón Belausteguigoitia. Con su entrada en la
administración de los intereses Arocena dieron un cambio radical y en 1927
junto a otros socios fundaron Euzkadi Compañía Manufacturera de Artefactos de
Hule S.A. D. Francisco es nombrado representante del Gobierno Vasco en México, hecho
que provocólo una serie de problemas al resto de la familia Belausteguigoitia
que residía en España. A pesar de los tiempos difíciles la mentalidad empresarial
de don Paco, hace que se abran fuentes de trabajo y nuevas fábricas. Con el
tiempo los herederos de estas industrias serían los varones de la familia: Iker
y Eneko, quienes, no sólo siguieron adelante con lo que heredaron, sino que
crearon otras más.
Doña Rafaela Arocena
Arocena (1909-1994) contrajo matrimonio en 1929 con Enrique Zunzunegui y Moreno
(†Madrid 1978) con el que tuvo seis hijos Zenaida, Enrique, Elvira, Maribel
(María Isabel), Rafael y Jaime. Tras divorciarse y llevar una vida
despreocupada se volvió a casar con Jesús Ussía (†1975) siendo padres de una
hija, Sonsoles, de quién también se separó.
Zenaida Arocena inició la
tradición familiar de adquirir obras de arte en México y Europa, tradición que
continuaron Elvira Arocena y el actual presidente de la Fundación: Eneko
Belasteguigoitia Arocena. Actualmente la Fundación E. Arocena posee una
colección de más de dos mil piezas de arte y colabora frecuentemente en
proyectos educativos y culturales en la región. La colección está depositada en
el Museo Arocena en la ciudad de Torreón, en el estado de Coahuila.
Estas dos casas situadas
en el barrio de Otxanduri pertenecieron a la familia Arocena, probablemente la
de estilo vasco es el caserío reformado donde nació Rafael. El otro edificio se
construyó en 1886 y parece ser que vino una cuadrilla de Escoriatza (Gipuzkoa)
a construirlo.
Como se menciona más
arriba Rafael Arocena tuvo dos hermanos Francisco Mª (1841-1898), casado con
Evarista Muñozuri Murga y Santiago (1845-¿?) casado con Alberta Celayaran
Gorostiza. El primero tuvo tres hijos: Francisco de Paula (1871-1918) que se
casó con su prima e hija de Rafael y a quién ya he citado anteriormente,
Teodoro(1874-1956) que se casó con Petra Ortueta, al que haré referencia en
otra entrada del blog y Emeterio(1877) que se casó con María Aguirregoicoa
Derteano (Etxano 1885). Estos últimos son quienes residieron en esta casa. El
matrimonio tuvo seis hijos Juste (1913-1972), Ane, Marta, Santiago (1909), Francisco
(1906) y otra. Los chicos también emigraron a México a trabajar en los negocios
familiares. Al enviudar Francisco con cuatro hijos, Francisco, Marta, María (Marichu)
y Rosario (Charo) es su hermana Juste quien los trae a España a esta casa
familiar.
Con el paso de los años
todas las propiedades familiares fueron vendidas, la casa grande reformada en
su interior y convertida en un bloque de viviendas.
Rafael Arocena y Arbide en el Bosque de Chapultepec, México D.F., 1911
Fondo Arocena (AHPF-UIA-Laguna)
Fondo Arocena (AHPF-UIA-Laguna)
Rafael Arocena y Arbide y su yerno Francisco Arocena
Foto: Los vascos en el México Decimonónico, 1810-1910
María Elvira Arocena Arocena
Francisco Belausteguigoitia
Francisco Arocena Aguirregoicoa
Santiago Arocena Aguirregoicoa
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